sábado, 27 de octubre de 2012

LA ESCUELA 2.0 EN EL AULA Y LA FUNCIÓN DEL MAESTRO


La progresiva introducción de las TIC en el contexto educativo supone una redefinición de las funciones docentes y del proceso de enseñanza aprendizaje. Y no sólo eso, también afecta a la organización del centro y sus recursos, la dinámica del aula, la comunicación con la comunidad educativa y la relación con las familias, el rol del alumnado en clase, la innovación en las metodologías didácticas, etc.

Ante esta situación, el profesorado ha de ser capaz de manejar de forma adecuada y pedagógica las TIC y combinar las metodologías tradicionales con formas innovadoras de enseñanza. Además debe asumir que no es un simple transmisor, sino que actúa como conductor del conocimiento, gestionando todos los recursos a su alcance y la forma de administrarlos.

Precisamente, una de las prioridades en la actualidad es resolver de qué forma se aplican las nuevas tecnologías en el aula y cómo se dirige la formación del profesorado para que resulte eficaz en este sentido. Los expertos consultados coinciden en afirmar que la formación del profesorado es fundamental para el desarrollo del Plan Escuela 2.0.

Desde el Ministerio de Educación ya se contempla esta necesidad y se prevén acciones para lograr una mejora en las competencias digitales del profesorado. Pero, tal y como afirma Pere Marqués, la formación debe ser más actitudinal que tecnológica, es decir, el profesorado debe ser consciente que la aplicación de las TIC implica un cambio en la metodología didáctica.

Según Pere Marqués, el principal cambio que introduce el Plan Escuela 2.0. es una modificación del paradigma pedagógico. Las nuevas tecnologías implican un cambio en la forma de impartir clase; ya no sirve un profesor que se centra en una metodología magistral y un alumno receptor que se limita a memorizar; las TIC suponen la llegada del trabajo colaborativo en el aula, la participación activa del alumnado y un nuevo rol para el profesorado.

Por eso, la formación de los docentes no debe ser una mera instrucción basada en programas informáticos, aplicaciones, herramientas y contenidos web. Para Pere Marqués, la formación debe centrar sus esfuerzos en mostrar al profesorado que existen nuevas metodologías, favorecer que se interesen por el cambio y ofrecer modelos sencillos que permitan que cualquier profesor vea que las TIC son asequibles, fáciles y quitan trabajo.

Así pues, respondiendo al título de este artículo, parece ser que todavía existe un largo camino por recorrer, especialmente en cuanto a la formación de los docentes y sobre todo, si nos planteamos un cambio en el paradigma pedagógico. Aún así, gran parte de los profesionales de la educación reciben el Plan Escuela 2.0. con optimismo, a la espera que favorezca los cambios necesarios para mejorar la educación actual y contribuya a la reducción del fracaso escolar.

En este artículo sacado de la Educaweb se refleja perfectamente en cambio que debe suponer la introducción de la tecnología en la educación. A partir del programa Escuela 2.0 se ha dotado a los centros de unos recursos materiales tecnológicos, pero ahora es necesario un cambio en la metodología para que se pueda aprovechar de una manera eficaz todo el potencial que ese material nos ofrece, por tanto la revolución pedagógica en este momento debe empezar por el docente para que de sus frutos en el alumno.


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